viernes, 27 de mayo de 2011

Una noche junto a Lee "Scratch" Perry y los Nairobi



Ayer pude disfrutar del show de Lee “Scratch” Perry junto a Nairobi en Groove, una de esas fechas que se transformo en revancha personal y en una cita obligada para aquellos que nos perdimos las anteriores visitas de esta leyenda viva de la música Jamaiquina.

La oportunidad de ver sobre el escenario a un eterno Perry de 75 pirulos es algo que no se puede dejar pasar. Sin embargo a pesar de su status indiscutido de héroe del Dub antes del show me preguntaba como estaría físicamente, si todavía aguantaría. Si su voz se banca un set o si se animaría a tomar las consolas algún momento. Todas esas dudas fueron descartada a los pocos minutos de comenzado el recital.

La energía que desprende Perry es única, hace tiempo que no veo a un artista que necesite nutrirse tanto  de la vibra del publico o si se quiere hablar más técnicamente del feedback del público. Perry no buscaba el aplauso, los gritos o la ovación. Buscaba conexión: la pedía y se sentía como la buscaba. Nos costó entenderlo al principio pero a los cuarenta minutos del viaje gran parte de la pista estaba en sintonía con la banda y con Scratch.

Lee “Scratch” Perry fue el eje de la noche pero la mención de honor y la medalla musical se la llevan los Nairobi. Hay que seguirle el flow a un frontman como este sin perder el ritmo, entendiendo sus giros y tratando de entrar por un rato en su mente para interpretar a donde está y a donde quiere ir con su música. Perry cantaba los temas como mantras. Desarmando las frases y dubbeandolas en su garganta. No fue un show de guion y propio del género se notaba que tampoco había mucho ensayo atrás.  Nairobi hizo un apoyo de lujo, demostrando que son una de las mejores bandas de dub de la Argentina, unifican lo mas roots del genero con un sonido fresco que intenta hacer algo nuevo. Ayer sonaron como hace tiempo no los escuchaba y la elección de sumar un baterista adicional (un genio el rastaman) que se encargo de las bases rítmicas y otro percusionista (el de Nairobi) que se encargo de la batería electrónica y otros tambores o timbales fue una gran elección. La nena de los teclados también se la banco como pocos!

Entre tema y tema  Perry hablo lo justo o al menos de todo lo que hablo se le entendió lo más importante. En su ingles isleño era muy difícil de interpretar pero a todos les llego el discurso anti tabaco y su amor por el agua y el fuego. Su lenguaje está en la música y en los sonidos que el mismo ayudo a crear en su legendario estudio. Su fuerte no está en la charla pero su mensaje viaja en su música y como buen chaman que es, la cosa llega y profundo.

Milagrosamente fue la primera vez que me fui contento con el sonido de Groove. La ex pista de Metrópolis ya sea por su arquitectura, por los equipo o los técnicos de sonido siempre deja mucho que desear y es la gran contra de una locación con una ubicación inmejorable. Antes de Perry hubo un selector que intento hacer el aguante de una pista a la que parecía poco importarle que el show no diera indicios de arrancar cuando ya eran casi las diez de la noche.  Todo con una impronta bien del reggae y los soundsystems el selector iba mezclando los temas con un poco de dialogo entre medio y así nos iba entreteniendo hasta el plato fuerte de la noche.




1 comentario:

  1. fue un gran show, para mi uno de los mejores del año! y si, el sonido en groove no es el mejor, pero esta vez la rompió! (sumo otra gloria de groove: LCD !!)

    sali extasiado del lugar, realmente un gran show, increible como perry nos fue transportando dentro de su mente, al menos los que nos dejamos llevar, fue un hermoso viaje.

    Gracias Perry! Gracias Shams!

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